Microchoerus hookeri es el nombre de la nueva especie descrita por investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont a partir de más de 120 restos recuperados en Sossís (Pallars Jussà). Es un primate de tamaño relativamente pequeño que vivía en los densos bosques que cubrían Europa durante el Eoceno. Los yacimientos de Lleida han permitido describir varias nuevas especies de este grupo de primates primitivos lejanamente emparentados con los humanos.

Un equipo de investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) publica un artículo sobre dos dientes fósiles encontrados en Sant Cugat de Gavadons (Moianès) que en 1967 Miquel Crusafont asignó a la especie de primate del Eoceno Microchoerus ornatus. Este hallazgo suponía la única referencia de esta especie fuera de Suiza, el lugar donde fue descrita. Los investigadores han revisado ahora el material y han concluido que los restos no corresponden a esta especie pero que su desgaste no permite asignarlos de forma concluyente a ninguna otra.

Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) han descrito la nueva especie Necrolemur anadoni a partir de una mandíbula y varios restos dentarios encontrados en el yacimiento de Sant Jaume de Frontanyà-1 (el Berguedà). Corresponden a un pequeño primate de la familia omomíidos, de aspecto similar a los tarseros actuales, que vivió en los frondosos bosques que durante el Eoceno Medio (hace entre 48 y 38 millones de años) cubrían esta zona. Supone la primera cita de este género en la Península Ibérica.

Dibuix de dues de les dents de Pseudoloris cuestai trobades a Mazaterón. Marta Palmero. ICP

 

Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont publican esta semana en la prestigiosa revista 'Journal of Vertebrate Paleontology' una nueva especie de primate, Pseudoloris cuestai. Los restos recuperados en el Yacimiento de Mazaterón en la Cuenca de Almazán (Soria) datan del Eoceno Medio, de hace unos 40 millones de años.

  Los restos fósiles dentales de esta nueva especie de primate, hasta 22 piezas dentales en general muy completas, pertenecen a la colección del ICP. Pseudoloris cuestai habría sido un primate mediano dentro de su género, y se diferencia claramente de las especies encontradas en las cuencas pirenaicas como P. isabenae de Capella (La Ribagorza aragonesa), P. parvulus de Sossís (el Pallars Jussà catalán ) o P. pyrenaicus de Sant Jaume de Frontanyà (el Berguedà catalán). Estas diferencias dan más fuerza a la teoría de que las faunas de mamíferos de las cuencas occidentales de la Península Ibérica eran muy endémicas, tal y como ya lo mostraba el hallazgo de otras especies de perisodáctilos, artiodáctilos, roedores o primates adapiformes como el género Mazateronodon, descrito por estos mismos investigadores en el año 2010. Los perisodáctilos y los artiodáctilos son dos órdenes de mamíferos placentarios, que se caracterizan por tener un número impar y par de dedos en las extremidades, respectivamente.

Las diferentes especies extintas de Pseudoloris eran primates pequeños, de unos 40 gramos de masa, y que por lo que sabemos tendrían un modo de vida similar a los actuales gálagos: de vida nocturna y con una dieta basada principalmente en insectos. La proporción de insectos en su dieta sería más importante que en otros pequeños primates, como los adapiformes. A nivel morfológico Pseudoloris tendría algunos rasgos muy parecidos a los actuales tarsios.

Esta nueva especie del género Pseudoloris ha sido bautizada en honor del paleontólogo Miguel Ángel Cuesta Ruiz-Colmenares de la Universidad de Salamanca, en reconocimiento a sus trabajos en vertebrados del Eoceno en España. Los primeros restos de Pseudoloris documentados en la Península Ibérica se deben a Miquel Crusafont, en 1967, cuando identificó restos de Pseudoloris parvulus en Sossís, y describió dos nuevas especies P. reguanti a partir de restos fósiles de Sant Cugat de Gavadons y P. isabenae de Capella.

La investigación sobre el origen de los primates en el ICP

Los tres investigadores que firman este artículo, Raef Minwer-Barakat, Judit Marigó y Salvador Moyà, han publicado en los últimos meses otros trabajos sobre primates adapiformes y omomiformes, que representan las formas más antiguas del orden de los primates y que fueron abundantes y variadas en el hemisferio norte durante todo el Eoceno.

En junio de 2010, estos investigadores publicaron en la revista 'Journal of Human Evolution’ la descripción deMazateronodon endemicus, un nuevo género de primate adapiforme, descrito a partir de restos recuperados en el yacimiento de Mazaterón en Soria. En octubre del mismo año se publicaba en la revista 'American Journal of Physical Anthropology' una nueva especie primate omómido Pseudoloris pyrenaicus, esta vez a partir de los restos fósiles recuperados en Sant Jaume de Frontanyà (Berguedà). Pocos meses más tarde, en abril de 2011 y otra vez en el 'Journal of Human Evolution', se publicaba la descripción del primate adapiforme Anchomomys frontanyensis, a partir de la dentición más completa de este género en el mundo, recuperada también en St. Jaume de Frontanyà.

 

Imatge del Jaciment de Mazaterón, a Sòria. ICP

El Yacimiento de Mazaterón

El yacimiento de Mazaterón se encuentra situado a unos 40 kilómetros al sudeste de Soria (Castilla y León), en la Cuenca de Almazán. Su secuencia fosilífera es, de hecho, la más antigua de esta cuenca, de hace unos 40,5 millones de años. En este yacimiento se han recuperado los restos de fauna más ricos de todo el Eoceno continental de la Cuenca del Duero: se han identificado hasta 27 vertebrados, que incluyen peces, tortugas, cocodrilos, perisodáctilos, artiodáctilos, primates o roedores. Destacan las tres formas de primates encontradas hasta ahora: Mazateronodon endemicus, restos de un adapiforme mayor asignado de manera tentativa a Adapis, y los 22 dientes que se presentan en este estudio y que han permitido describir la nueva especie Pseudoloris cuestai.

+ info Minwer-Barakat, R., Marigó, J. & Moyà-Solà, S. (2012). Pseudoloris cuestai, a new microchoerine (Primates, Omomyidae) from the Middle Eocene of the Iberian Peninsula. Journal of Vertebrate Paleontology 32(2): 407–418.

 

Reconstrucció d'un plesiadapiforme del gènere Carpolestes.

Investigadores del ICP publican esta semana en el ‘Journal of Human Evolution' el hallazgo de los únicos restos fósiles de plesiadapiforme en España. El estudio de estos restos, que se encontraron en el municipio de Àger y datan de hace más de 50 millones de años, no permiten resolver el enigma de la afiliación de los plesiadapiformes.

Los cuatro molares identificados son del yacimiento Masia de l’Hereuet (Àger, La Noguera) y, a pesar de que no hay duda en que son los primeros restos de este grupo identificados en el Estado, su estudio no permite asignarlas a una especie concreta. Sí es clara, sin embargo, su asignación al género Arcius.

La investigación deberá pues continuar, a partir de un registro fósil más completo de este mismo yacimiento. La colección del ICP, donde están depositados los cuatro molares de este trabajo, dispone de otros materiales de este yacimiento que aún no se han estudiado.

 

Imatge d'una de les molars de plesiadapiforme trobada al jaciment Masia de l'Hereuet.

¿Los plesiadapiformes son o no primates?

Más allá de la especie a la que corresponden estos dientes, los investigadores del ICP esperan que el estudio de otros restos contribuya a resolver el enigma sobre la afiliación filogenética de los plesiadapiformes. Este grupo ha sido considerado bien un sub-orden de los primates, bien un sub-orden de los Dermoptera, también conocidos como lémures voladores.

De hecho, últimamente la hipótesis de su relación con el orden Dermoptera ha sido básicamente refutado, gracias a diferentes estudios que muestran que los plesiadapiformes son más cercanos a los euprimates -o primates de aspecto moderno- que a cualquier otro euarconto. Los euarcontos son un superorden de mamíferos, que incluye los primates, los dermópteros, los escandentios así como también los plesiadapiformes -sea cual sea su afiliación filogenética. 

Masia del Hereuet

El yacimiento paleontológico Masia de l’Hereuet se encuentra situado en el Valle de Àger, cerca del camino que conecta Agulló y Corçà. La zona fue estudiada inicialmente por Crusafont y Rosell, durante los años 60 del siglo pasado. Desde entonces en los sedimentos del Eoceno de la cuenca de Àger se han recuperado restos de mamíferos, cocodrilos y tortugas. En el caso de los mamíferos, en la Masia de l’Hereuet se han identificado perisodáctilos, artiodáctilos, roedores, marsupiales e insectívoros.

+info Marigó, J., Minwer-Barakat, R., Moyà-Solà, S. & López-Torres, S. (2012). First record of Plesiadapiformes (Primates, Mammalia) from Spain. Journal of Human Evolution 62: 429-433.

 

Imatge de la Cuenca de Guadix. Jorge Garzón

La Cuenca de Guadix, en la Cordillera Bética, es una de las zonas privilegiadas de la paleontología de la Península Ibérica. La formación de la cuenca y su evolución a lo largo de millones de años han dejado expuestos sedimentos marinos y continentales del final del Mioceno hasta el Pleistoceno. Es en esta época cuando la zona mediterránea sufre importantes cambios geológicos hasta llegar a su forma actual. El investigador del ICP Raef Minwer-Barakat es uno de los paleontólogos que conoce mejor esta zona, y nos explica algunos de los hallazgos más importantes así como los resultados de la investigación que acaba de publicar.

P: ¿Cómo empezaste a investigar en la Cuenca de Guadix?

Pues empecé durante mis primeros años como paleontólogo. Realicé mi tesis doctoral sobre roedores e insectívoros del Mioceno superior y el Plioceno de la Cuenca de Guadix. Como resultado de ese estudio, en los últimos años he publicado, junto con varios investigadores de la Universidad de Granada, distintos artículos sobre pequeños mamíferos fósiles de esta zona.

P: ¿Para alguien que no la conoce, podrías contarnos por qué es tan interesante desde un punto de vista paleontológico, y cuáles son los yacimientos más importantes?

La cuenca de Guadix es un lugar excepcional por varias razones. Por una parte, el registro continental de esta cuenca incluye un intervalo temporal muy largo, que va desde el final del Mioceno hasta el Pleistoceno medio (en total más de cinco millones de años). Durante este tiempo, la cuenca estuvo ocupada por ambientes aluviales, fluviales y lacustres donde se depositaron y preservaron numerosos restos de vertebrados. Además, actualmente la zona está sometida a una elevada tasa de erosión, que ha puesto al descubierto secciones largas y continuas de sedimentos continentales. Esto, unido a la escasa vegetación de la zona, hace que las condiciones de exposición sean excepcionales y facilita la localización de yacimientos de vertebrados.

Si hablamos de yacimientos, entre los que han tenido más repercusión mediática destacan Venta Micena, Fuente Nueva y Barracon León. El primero, en Orce, es conocido por unos controvertidos restos fósiles, que algunos científicos defienden que son humanos mientras que otros no están de acuerdo con esta atribución. Pero el equipo con el que yo he trabajado se ha centrado en el estudio de yacimientos más antiguos y exentos de polémicas, donde aparecen restos de pequeños mamíferos (ratones, lirones, ardillas, topos, musarañas...). Los más importantes serían los de la sección de Gorafe, conocidos desde los años 70, el yacimiento kárstico deMoreda, o los yacimientos del Tollo de Chiclana -que estudié en mi tesis doctoral-, por citar sólo algunos. Otra localidad interesante es la de Negratín, donde identificamos roedores de procedencia africana. Este hallazgo constituye una nueva prueba del intercambio de faunas entre África y Europa en el contexto de la desecación del Mediterráneo que se produjo al final del Mioceno.

 

Les sis biozones del registre continental de la Conca de Guadix, segons el treball publicat per Raef Minwer-Barakat i col·laboradors.

P: Cuéntanos algunos detalles de tu investigación. Recientemente se ha publicado en la revista Lethaia unabiozonación de esta Cuenca. ¿Nos puedes explicar qué son las biozonas y cuáles son los resultados de este trabajo?

Sí, el trabajo publicado en Lethaia consiste en una biozonación de los depósitos continentales de la cuenca de Guadix. Una biozona es un cuerpo de rocas sedimentarias caracterizado por su contenido fósil, es decir, por la presencia, ausencia, abundancia o coexistencia de determinadas especies. Para definir estas biozonas hemos tenido que estudiar previamente los restos fósiles de distintos yacimientos de edades diferentes, identificar especies y analizar con detalle los cambios que se producen a lo largo del tiempo, desde los yacimientos más antiguos a los más modernos. Sobre esa base, en el caso de la Cuenca de Guadix, hemos divido el registro en seis biozonas, limitadas por apariciones y desapariciones de especies.

Para establecer biozonas en medios continentales, los fósiles más útiles son los roedores. Por una parte, sus restos, en especial los dientes, son relativamente abundantes y suelen encontrarse bien preservados. Por otro lado, este grupo ha experimentado una evolución muy rápida, de forma que las distintas especies tienen duraciones cortas y nos permiten conocer con detalle la edad de los yacimientos donde se encuentran.

P: ¿Por qué tener las biozonas bien definidas puede ser de mucho interés para otros paleontólogos que investigan en esta Cuenca u en otras zona europeas de esta misma época?

Establecer la sucesión de especies en un área donde existe un registro largo y continuo resulta muy útil porque se convierte en la referencia para la datación de otros yacimientos más aislados. Es decir, si en este trabajo determinamos qué especies aparecen en una edad concreta, al encontrar las mismas especies en otro yacimiento podremos interpretar que tiene una edad similar. Por eso es importante escoger para la definición de los límites de las biozonas aquellas especies que tengan una duración más corta y a la vez una amplia distribución geográfica, ya que así podemos establecer comparaciones con yacimientos lejanos.

 

Peces dentals d'algunes de les espècies estudiades en aquest treballs.

P: En otros de tus trabajos se intenta precisar la datación de los sedimentos continentales más antiguos de esta cuenca. ¿También habéis usado micromamíferos en este caso? ¿Por qué afinar mucho en estas dataciones es tan importante?

Imagino que te refieres al trabajo que se publicado en la edición online de la revista Geobios. La edad se establece, como te comentaba antes, gracias a los fósiles, comparando las especies que aparecen en los yacimientos que estudiamos con otros cuya edad se conoce previamente. En este caso concreto, nuestro trabajo pone en discusión una datación reciente de los depósitos continentales más antiguos de la cuenca de Guadix, que algunos paleontólogos situaban en hace unos 5,4 millones de años. Este es un dato importante para conocer en qué momento la cuenca pasó de ser un ambiente marino a ser un medio continental, un evento que supuso la interrupción de una de las conexiones marinas que existían en el Mioceno entre el Atlántico y el Mediterráneo.

P: Finalmente, para los más alejados de la investigación paleontológica, ¿cómo podemos imaginarnos la Cuenca de Guadix hace entre 6 y 2 millones de años?

En el intervalo de tiempo que hemos estudiado en nuestro trabajo la cuenca de Guadix era una cuenca endorreica. Esto significa que la red fluvial no iba a parar al mar, sino que había una serie de abanicos aluviales y un río que recorría la zona occidental de la cuenca y desembocaba en un gran lago situado en la zona oriental. La presencia de distintas especies de mamíferos nos permite conocer a grandes rasgos las condiciones climáticas que reinaban en la zona en distintos momentos. Por ejemplo, en el Mioceno superior interpretamos la existencia de condiciones cálidas y áridas a partir de la presencia de grupos como los gerbílidos –un grupo de roedores que actualmente solo encontramos en África y Asia- y las ardillas terrestres. Ya en el Plioceno se produce un cambio a condiciones algo más frías y húmedas y existen ambientes boscosos, como atestigua la presencia de animales como los lirones, las ardillas voladoras o los desmanes -un grupo de topos que viven asociados a corrientes de agua permanentes-. Al final del Plioceno y ya en el Pleistoceno se produce un descenso más acusado de las temperaturas y van siendo cada vez más frecuentes los medios herbáceos abiertos, como demuestra el predominio de grupos como los arvicólidos -topillos y ratas de agua.

+info Minwer-Barakat, R., García-Alix, A., Martín-Suárez, E. & Freudenthal, M. (In press). The late Miocene continentalization of the Guadix Basin (southern Spain) reconsidered: a comment on Hüsing et al. (2010). Geobios.

+info Minwer-Barakat, R., García-Alix, A., Martín Suárez, E., Freudenthal, M. & Viseras, C. (2012). Micromammal biostratigraphy of the Upper Miocene to lowest Pleistocene continental deposits of the Guadix Basin (Southern Spain).Lethaia 45: 594-614.

+ info Minwer-Barakat R, García-Alix A, Agustí J, Martín Suárez E, Freudenthal M (2009) The micromammal fauna from Negratín-1 (Guadix Basin, Southern Spain): new evidence of African-Iberian mammal exchanges during the Late Miocene. Journal of Paleontolgy, 83(6):854-879

 

Reconstrucció d’adàpid. Óscar Sanisidro

Investigadores del ICP han descrito una nueva especie de primate de la tribu de los ancomominis del yacimiento de Sossís, en el Pallars Jussà. Se trata de un pequeño estrepsirrino de hace 35 millones de años y que presenta una dentición muy particular. La investigación ha sido publicada en línea esta semana en la revista Journal of Human Evolution y, conjuntamente con otros hallazgos, ha permitido determinar las implicaciones filogenéticas de varios primates del Eoceno de la Península Ibérica.

La nueva especie ha sido bautizada con el nombre de Nievesia sossisensis y pertenece a la tribu de los ancomominis, un grupo de primates del Eoceno de tamaño muy pequeño (se estima que los individuos del género Anchomomys, por ejemplo, pesaban entre 100 y 150 gramos). Nievesia sossiensis vivió hace unos 35 millones de años y es el primer representante de esta tribu que se encuentra el yacimiento de Sossís, en el Pallars Jussà (Lleida).

Los ancomominis forman parte de los adapiformes, un grupo que comprende varias familias de primates extintos que ocupó gran parte del hemisferio Norte, el Norte de África y Asia tropical desde el Eoceno hasta el Mioceno, hace entre 55 y 5 millones de años. Se caracterizan por una dentición bastante primitiva, con unos premolares alargados, que presentan una cúspide muy grande, con los extremos de delante y detrás cortantes y unos laterales planos.

Nievesia sossisensis, a diferencia de otros ancomominis, no presenta el esmalte arrugado y destaca por la presencia de un mesostilo (una pequeña cúspide) en los molares superiores. También se caracteriza por tener unos molares inferiores más grandes que la mayoría de ancomominis y por no presentar paracónido (una cúspide que corona el diente por la parte de delante).  El artículo que describe la nueva especie se ha publicado esta semana en línea en la revista Journal of Human Evolution y lo firman Judit Marigó, Raef Minwer-Barakat y Salvador Moyà-Solà, investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont.

 

 

Diverses dents de Nievesia sossisensis. D'esquerra a dreta: premolar superior, fragment de maxil·lar amb molars superiors (M2 i M3), molar inferior (M1-2) i molar inferior (M3). Les escales són d'1 mm.

El nombre del nuevo primate ha sido elegido en honor a Nieves López Martínez, paleontóloga destacada por sus estudios en mamíferos del Cretácico y del Cenozoico de los Pirineos y que desarrolló una gran labor en el yacimiento de Sossís. Filogenéticamente, los resultados sitúan esta especie cercana a Mazateronodon y, en segunda instancia aAnchomomys, dos géneros de ancomominis presentes en otros yacimientos de la Península Ibérica.

Un grupo poco conocido

 

Los primates del Eoceno han sido un grupo tradicionalmente poco estudiado. El paleontólogo Miquel Crusafont y sus colaboradores en describieron su presencia en los años 60 en yacimientos como el de Sant Jaume de Frontanyà o Sossís. Durante la década de los 90, los investigadores del ICP Salvador Moyà-Solà, Meike Köhler y otros colaboradores, recuperaron y estudiar grandes volúmenes de sedimento que han permitido obtener una de las mayores colecciones de Europa determinados grupos de primates fósiles.

Los últimos años han sido los investigadores del ICP Judit Marigó y Raef MinWin-Barakat, dirigidos por Salvador Moyà-Solà, los que han tomado el relevo y han descrito nuevos géneros y especies como Anchomomys frontanyensis el yacimiento de Sant Jaume de Frontanyà o la misma Nievessia sossisensis, en Sossís. Su investigación está contribuyendo a determinar las relaciones filogenéticas de los primates del Eoceno en la Península Ibérica.

 + info: Marigó, J., Minwer-Barakat, R. & Moyà-Solà, S. (In press). Nievesia sossisensis, a new anchomomyin (Adapiformes, Primates) from the early Late Eocene of the southern Pyrenees (Catalonia, Spain). Journal of Human Evolution, http://dx.doi.org/10.1016/j.jhevol.2012.11.004. 

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Molar inferior de Sant Cugat de Gavadons designat com a neotipus. ICP.

En el año 1967 el paleontólogo Miquel Crusafont describió una nueva especie de primate a partir de un único diente: un molar encontrado en Sant Cugat de Gavadons que asignó a la especie Pseudoloris reguanti. Este fósil único desapareció de la colección del Institut de Paleontologia de Sabadell. Más de 40 años después, investigadores del ICP han identificado varios dientes de Pseudoloris en las colecciones del Museo de Historia Natural de Basilea (Suiza) que han permitido volver a describir la especie y sospechan que uno de las molares estudiados podría ser el mismo diente perdido de Crusafont.

Los primeros estudios de primates del Eoceno en la Península Ibérica fueron llevados a cabo durante los años 60 por el Institut de Paleontologia de Sabadell, centro que precedió al actual Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont(ICP). En aquella época, el Dr. Miquel Crusafont-Pairó y su equipo descubrieron varios yacimientos como los de Sant Cugat de Gavadons, Las Saleres o Sossís y en estos primeros estudios describieron especies nuevas como Agerinia roselli, Arisella capellae, Pivetonia isabenae o Pseudoliris reguanti. En algunos casos, estas especies fueron descritas a partir de un único fósil; ese es el caso de P. reguanti que Crusafont describió a partir de un molar inferior.

 

Miquel Crusafont-Pairó al museu. Arxiu ICP.

En paleontología, un holotipo es un fósil utilizado o designado como modelo de una determinada especie. El holotipo de P. reguanti era este molar encontrado por Crusafont en Sant Cugat de Gavadons en 1967 y que pasó a formar parte de la colección del Instituto. A lo largo de los años, la validez de esta especie ha sido discutida en varias publicaciones científicas debido a la escasez de material disponible, pero sobretodo porque este diente nunca más pudo ser estudiado al desaparecer de la colección del Instituto. Un préstamo no devuelto es la causa más probable de esta desaparición.

Recientemente, investigadores del ICP han identificado nuevos dientes de Pseudoloris en las colecciones del Museo de Historia Natural de Basilea, en Suiza. Raef Minwer-Barakat, Judit Marigó y Salvador Moyà-Solà publican este hallazgo en un artículo en la revista American Journal of Physical Anthropology donde describen de nuevo la especie a partir de estos restos y le asignan un neotipo (el fósil que sirve para caracterizar una especie cuando el fósil original que sirvió para describirla se ha perdido o está dañado). Entre los nuevos restos estudiados hay dos molares, uno de los cuales podría corresponder al que desapareció de la colección del ICP.

Sobre si se trata del mismo diente o no, el investigador principal del estudio, Raef Minwer-Barakat, ha comentado que "sospechamos que se trata del mismo fósil, ya que tiene las mismas dimensiones que el holotipo descrito por Crusafont, pero es imposible asegurarlo ya que Miquel Crusafont sólo describió el diente y no dejó ningún dibujo que nos permita compararlo con el de la colección de Basilea". Durante los años 70, investigadores del Institut de Paleontologia de Sabadell y el Museo de Basilea colaboraron en diversas investigaciones, lo que podría explicar que el fósil original hubiese sido trasladado a Suiza. Desde el año 1999 cualquier nueva especie que se describa en una publicación científica debe ir acompañada de una imagen del holotipo.

Sea o no sea el mismo diente, los investigadores del ICP han designado este molar como neotipo, lo que ha permitidoredescribir la especie y que ésta pueda ser comparada con otras especies del mismo género como Pseudoloris parvulus o Pseudoloris crusafonti. Este neotipo seguirá formando parte de la colección del museo suizo.

Los pequeños primates del Eoceno

El género Pseudoloris pertenece a la familia Omomyidae, que comprende algunas de las formas más antiguas del orden de los primates y a la subfamilia Microchoerinae, un grupo que sólo se ha encontrado en Europa durante el Eoceno (hace entre 55 y 33 millones de años), aunque algunos géneros (Pseudoloris entre ellos) los encontramos en la Península Ibérica hasta comienzos del Oligoceno (hace unos 30 millones de años). Allí donde se ha encontrado (España, Francia, Inglaterra y Alemania), los restos suelen ser escasos.

 

Tarser actual. http://www.flickr.com/photos/pacificklaus/4264461768/

Las diferentes especies de Pseudoloris eran primates pequeños, que pesaban alrededor de unos 40 gramos y se cree que tenían un modo de vida similar a los actuales gálagos: de vida nocturna y con una dieta basada principalmente en insectos. A nivel morfológico Pseudoloris tendría algunos rasgos muy parecidos a los actuales tarsios.

+ info: Minwer-Barakat, R., Marigó, J. and Moyà-Solà, S. (2013), Redescription and designation of a neotype forPseudoloris reguanti Crusafont-Pairó, 1967, an Eocene primate from the Iberian Peninsula. Am. J. Phys. Anthropol., 151: 245–251. doi: 10.1002/ajpa.22277

 

 

Imatge de gàlag actual (Robertsphotos1 http://www.flickr.com/photos/32357208@N08/3027712362/)

Un artículo publicado en el Journal of Human Evolution del investigador del ICP Raef Minwer-Barakat describe por primera vez la presencia del primate fósil Microchoerus al oeste de los Pirineos. El hallazgo en el País Vasco de restos de este pequeño primate de características similares en cuanto a la locomoción a los actuales gálagos, confirma la conexión entre las faunas de esta zona con el resto de Europa durante el Eoceno superior, hace entre 38 y 34 millones de años. 

El registro fósil en Europa es rico y diverso en cuanto a primates del Eoceno, hace entre 34 y 55 millones de años. Los investigadores explican esta radiación evolutiva por el incremento global de temperaturas que se produjo en esa época geológica y que permitió que los primates (principalmente representados por los grupos Adapoidea y los Omomyoidea) se diversificasen,  ocupando muchas áreas del hemisferio Norte. A finales del Eoceno, una bajada de temperaturas a nivel global acabó con esta diversidad y muchas especies desaparecieron del continente.

El investigador Raef Minwer-Barakat, del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), encabeza este estudio realizado en colaboración con investigadores de la Universidad del País Vasco y publicado en el número de septiembre del Journal of Human Evolution, en el que analizan dos fragmentos de mandíbula hallados en Zambrana (País Vasco) que corresponden a Microchoerus, un género de la familia de los Omomyidae descrito por primera vez en 1884. El yacimiento de Zambrana, a 70 km al sur de Bilbao, representa un sistema lacustre y contiene una gran diversidad de fósiles de plantas acuáticas, de invertebrados y vertebrados como tortugas, cocodrilos y mamíferos, perohasta el momento no se había encontrado ningún primate.

 

Els dos fragments mandibulars en vistes diferents. L'escala correspon a 1cm.

Los fósiles de Microchoerus analizados en este artículo tienen una forma y un tamaño similares a los de la especieMicrochoerus erinaceus, descrita por primera vez en Inglaterra y de la que posteriormente se han encontrado restos en Francia, Alemania, Suiza y España, pero algunas sutiles diferencias hacen que no se puedan atribuir a esta especie.Microchoerus (como el resto de Omomyidae) era un primate de tamaño pequeño, de hábitos nocturnos y una dieta basada en insectos y frutas, características similares a los gálagos actuales que viven en el continente africano.

Este hallazgo representa la primera cita de este género en la Bioprovincia Occidental Ibérica, un área que comprende varias cuencas de las partes centrales y occidentales de la Península. Durante el Eoceno medio, esta provincia estuvo aislada del Pirineo y del resto de Europa como demuestra la presencia de varias especies endémicas de roedores y primates, entre otros grupos. Durante el Eoceno superior, sin embargo, estas dos áreas geográficas estuvieron conectadas permitiendo el paso de varias especies de una zona a otra. La presencia de una especie de Microchoerussimilar a la que se encuentra en otras partes de Europa evidencia esta conexión.

Los primates del Eoceno han sido un grupo tradicionalmente poco estudiado en la Península Ibérica. El paleontólogo Miquel Crusafont y sus colaboradores describieron su presencia en los años 60 en yacimientos como el de Sant Cugat de Gavadons o Sossís, en Cataluña. Años después, investigadores del ICP como Salvador Moyà, Meike Köhler, Judit Marigó o Raef Minwer-Barakat han tomado el relevo, contribuyendo a determinar las relaciones filogenéticas de los primates del Eoceno en la Península Ibérica.

 

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+ info: Raef Minwer-Barakat, Ainara Badiola, Judit Marigó, Salvador Moyà-Solà, First record of the genus Microchoerus(Omomyidae, Primates) in the western Iberian Peninsula and its palaeobiogeographic implications, Journal of Human Evolution, Volume 65, Issue 3, September 2013, Pages 313-321.

 

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