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Preparación

23 Feb 2015
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Qué hacen los preparadores?

Los preparadores del ICP se encargan de la buena preservación de los restos fósiles aparecidos en las excavaciones y aportan soluciones a las diferentes problemáticas que van surgiendo desde el momento de la extracción de éstos, hasta su tratamiento en el laboratorio.


La misión de los preparadores es mantener las propiedades físicas y la estabilidad química de los fósiles a lo largo del tiempo. Es decir, evitar que, con el paso de los años, el fósil se deteriore. También se encargan de preservar su morfología en la medida de lo posible.

¿Por qué hace falta preparar un fósil?

Para dejarlo en condiciones de ser manipulado y investigado por los investigadores o expuesto al público, velando siempre por su conservación futura. Los restos fósiles, una vez extraídos de los yacimientos, empiezan a sufrir los efectos directos de diferentes agentes, sobre todo cambios de temperatura y humedad.


Para una buena conservación de los restos fósiles, es de primordial importancia evitar los cambios bruscos de estos factores. Por lo tanto, en un primer momento es esencial un buen sistema de embalaje a la hora de la extracción de los fósiles, que garantice las condiciones idóneas a la espera de ser preparados en el laboratorio.

¿Qué etapas sigue la preparación de un fósil?

 

Lo habitual, una vez el fósil ha llegado al laboratorio de preparación, es abrir la 'momia'. Es decir, sacarlo del envoltorio que los paleontólogos le han fabricado durante la excavación del yacimiento con poliuretano o yeso.
Acto seguido, el preparador separa el fósil de la matriz con mucho cuidado. Es un trabajo que puede durar semanas.


En caso de que el fósil esté fracturado, se procede a su reparación a menudo con la colaboración de un investigador, para reconstruir el ejemplar y dejarlo tal y como era en un principio.


También se limpia, y finalmente se consolida con productos químicos, se fortalece, para que cuando los investigadores necesiten la pieza para estudiarla o se haga un uso divulgativo, ésta esté en condiciones y no se rompa.


El trabajo de preparación de un fósil puede llegar a ser muy complejo. Depende en buena medida de la matriz dónde esté adherido. Si, por ejemplo, esta matriz es un material que se fragmenta con facilidad, la tarea de los preparadores deberá ser muy cuidadosa. Lo mismo que si la matriz es demasiada dura, entonces hará falta ir con cuidado para separar y limpiar el fósil sin dañarlo.

¿Como se preparan los fósiles de micro-vertebrados?

La obtención de fósiles de micro-vertebrados se lleva a cabo siguiendo una metodología diferente a la que se usa en el caso del macro-vertebrados.
En este caso, lo más importante no es la preservación y preparación de un resto en concreto, sino más bien obtener un número elevado de restos. Dada la pequeña medida de los elementos que se suelen recuperar, la técnica varía notablemente de la descrita en el apartado anterior. En este caso, para conseguir los restos, hace falta seleccionar un nivel geológico concreto, y con pico y pala llenar de sedimentos sacos de aproximadamente 25 kg.
Después, este sedimento se traspasa a un conjunto de cubetas con agua. El sedimento tiene que estar en remojo como mínimo unas veinticuatro horas, para que se deshaga la arcilla.
Una vez deshecho este sedimento, el barro y la agua se hace pasar por un conjunto de cedazos, con el fin de retener la fracción de medida de arena. Entre esta fracción se pueden encontrar restos óseos de reptiles, anfibios, aves o pescados y, principalmente, dientes de pequeños mamíferos. Todos estos restos están separados de la fracción arenosa (denominada "concentrado" por los paleontólogos), habiéndolo dejado secar previamente, y separándolo bajo el microscopio binocular.
La separación de restos fósiles de la fracción mineral inorgánica se lleva a cabo usando unas pinzas de precisión (microelectrónica), que proporcionan una relación óptima entre presión y precisión, dada la fragilidad y la medida de los fósiles tratados.
La limpieza de los dientes o fragmentos óseos más esmerada pasa por el tratamiento con ácidos débiles o la aplicación de ultrasonidos. En cualquiera de los dos casos, hace falta ir con mucho cuidado porqué un exceso en la concentración del ácido, el tiempo de inmersión o un producto inadecuado, pueden acabar por destruir parcial o completamente el resto.
Del mismo modo, unos cuantos segundos más de los necesarios bajo la exposición de los ultrasonidos, pueden romper los fósiles.

La realización de moldes y copias

La manipulación constante de los fósiles por parte de los investigadores, pese a hayan sido muy bien preparadas, puede poner en peligro las piezas, y en ocasiones éstas pueden ser de ejemplares únicos.
Para evitar malograr los originales, en el laboratorio de preparación también se fabrican moldes y copias de las piezas. De ésta manera, los investigadores pueden recrear hipótesis, hacer reconstrucciones de los individuos, hacer estudios comparativos, y realizar intercambios de materiales con otros centros sin poner en peligro los originales.
En ocasiones pueden encontrarse restos interesantes, que debido a su ubicación o naturaleza, no permiten ser extraídos de los yacimientos, o simplemente se quiere conservar su estado y posición original antes de ser extraída, puesto que pueden aportar información interesante para su estudio posterior o exposición. Es por este motivo que también se realizan moldes en los propios yacimientos.

La divulgación

Durante los años de funcionamiento del laboratorio de preparación del ICP se ha hecho un trabajo divulgativo importante, con la participación en congresos, artículos en diferentes publicaciones, realización de prácticas a alumnos de escuelas de restauración y jornadas de puertas abiertas para todos los públicos.

 

Last modified on Martes, 09 Mayo 2017 11:08
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