La responsable del grupo de Paleobiología Evolutiva del ICP, Meike Köhler, ha sido invitada a impartir el próximo jueves la conferencia plenaria del Internacional Congress of Vertebrate Morphology (el ICVM), uno de las principales encuentros mundiales de expertos en morfología de vertebrados, que del 8 al 12 de julio celebra su décima edición en la ciudad de Barcelona.
Bajo el título "Fauna abisal, troglobites y quimeras insulares: los sistemas tipo isla como laboratorios naturales", la responsable del grupo de Paleobiología Evolutiva del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y profesora ICREA, Meike Köhler, hablará en la conferencia plenaria del ICVM 2013 sobre cómo los vertebrados que viven en ambientes aislados comparten determinadas características morfológicas, conductuales y fisiológicas.
En la conferencia que pronunciará el jueves, la investigadora del ICP explicará cómo las especies endémicas que viven en islas, cuevas o las profundidades abisales, tienden a modificar el tamaño corporal, reducen su sistema locomotor (sean alas, patas o aletas), cambian la configuración de su sistema nervioso y modifican los patrones de conducta, así como las tasas metabólicas y reproductivas, al tiempo que aumentan a su capacidad de conseguir alimento y extienden el periodo juvenil y su esperanza de vida.
Lo que es interesante observar en estos sistemas es que estas tendencias indican que las fuerzas selectivas que hay detrás de estas adaptaciones son las mismas en entornos aparentemente tan distintos como pueden ser las islas o las profundidades abisales. Lo que sucede es que el elevado grado de aislamiento de estos ambientes hace que las fuerzas selectivas que operan sean básicamente dos: una baja depredación y poco alimento disponible.
Además de Meike Köhler, varios investigadores del ICP han participado en el congreso. Xavier Jordana, Nekane Marín, Blanca Moncunill, Marta Pina, Josep Fortuny, Arnau Bolet, Novella Razzolini, y Juan Abella, han participado presentado posters o comunicaciones sobre su investigación actual.
Durante cinco días, la ciudad de Barcelona ha reunido a unos 400 expertos sobre el estudio morfológico de los vertebrados en este congreso, lo que refleja el crecimiento y la vitalidad de esta disciplina que en los últimos tiempos ha visto como se introducía el uso generalizado de tecnologías de imagen 3D que han complementado los enfoques clásicos de disección o estudios histológicos, así como la entrada de los estudios sobre regulación genética y molecular, que están aportando una valiosa información en la investigación en este campo.
+ info: Web del ICVM 2013
El pasado 6 de julio, un grupo de 30 personas entre los que había voluntarios, amigos y personal del ICP, así como personas inscritas en el curso "Gairebé humans" de la Institució Catalana d’Història Natural, participó de la salida organizada por el Institut a Els Hostalets de Pierola para recorrer algunos de los yacimientos cercanos al Barranco de Can Vila. El conservador del ICP, Jordi Galindo, condujo las explicaciones sobre la geología de la cuenca del Vallés-Penedés y sobre la historia de estos yacimientos, que se estudian desde hace casi 100 años.
Unas 30 personas participaron en el paseo organizado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont a los yacimientos clásicos del entorno de la Riera de Claret, en Els Hostalets de Pierola. El grupo estaba integrado por voluntarios del museo, personal del Institut, algunos de los ganadores del concurso literario "Historias fósiles" y participantes del curso de la Institució Catalana d’Historia Natural "Gairebé humans", que tenían pendiente la salida que tuva que ser aplazada por el mal tiempo en el mes de junio.
El paseo comenzó en el cementerio de Els Hostalets de Pierola con las explicaciones del conservador del ICP JordiGalindo sobre la geología de la cuenca del Vallés-Penedés, un área de más de 100 kilómetros de longitud y con una anchura de entre 12 y 14 kilómetros que ha proporcionado fósiles de gran significación desde comienzos del siglo XX. Durante el Mioceno (hace entre 23 y 5 millones de años) esta cuenca se fue llenando mayoritariamente por sedimentos aportados por abanicos aluviales con intercalaciones de sedimentos marinos como consecuencia de una elevación del nivel del mar hace entre 17 y 15 millones de años a causa de un incremento brusco de las temperaturas. Son estossedimentos aportados por los abanicos aluviales los responsables del entierro y posterior fosilización de los restos de vertebrados de los yacimientos de Els Hostalets de Pierola.
El grupo siguió el camino que desciende suavemente dirección sureste hacia la Riera de Claret. Desde diversos puntos del recorrido se puede observar el Vertedero Controlado de Can Mata. Aunque el trabajo de excavadoras y bulldozers del Vertedero de Can Mata podría parecer un peligro para el registro fósil, el trabajo realizado desde el ICP para instaurar medidas correctoras en la declaración de impacto ambiental de esta infraestructura, ha resultado muy beneficiosa para la investigación científica. Sin ir más lejos, la intervención preventiva y de control sobre unas obras de ampliación del vertedero que se hicieron en el año 2002 permitió localizar los restos de una nueva especie de primate, Pierolapithecus catalaunicus, Pau, hace 12 millones de años.
El entorno en el que vivió este primate hominoideo era bastante diferente del que observaron los participantes en la excursión, un paisaje principalmente dominado por pinos y cultivos. La montaña de Montserrat no tenía el aspecto actual, probablemente era más alta y apenas empezaban a aflorar los relieves que la caracterizan. La vegetación era la que correspondería a una selva subtropical y por ella paseaban elefantes con largos colmillos, grandes rinocerontes, jabalíes , reptiles y tortugas.
Antes de llegar a la riera de Claret, los participantes pudieron observar los restos fósiles de una tortuga gigante al lado del camino. Las tortugas gigantes encontradas en Can Mata pertenecen al género Cheirogaster y son endémicas de la región Mediterránea. En este caso, no se observaba la cáscara entera, sino una sección transversal de la misma, ya que la erosión había hecho desaparecer el resto. Durante el Mioceno, este grupo de tortugas lograron tamaños particularmente grandes en el Antiguo Continente.
Ya en la Riera de Claret, los participantes de la excursión se dedicaron a observar fósiles, tal como lo habían hecho ilustres paleontólogos catalanes durante buena parte del siglo XX. El potencial fosilífero del área de Els Hostalets fue descubierto por Mario Guerín, que durante la década de los años 20 recolectó el que sería el primer resto de un primate fósil de la cuenca del Vallés-Penedés. Miquel Crusafont y Josep Fernández de Villalta prospectaron intensivamente la zona durante los años 40, recogiendo nuevo material. En la década de los 70, ya creado el Instituto de Paleontología de Sabadell, paleontólogos como Jordi Agustí, Josep Gibert o Salvador Moyà, actual director del ICP, siguieron trabajando y publicando nuevos hallazgos.
La vuelta hasta el cementerio hacia media de bajo un sol de justicia puso a prueba la resistencia de los participantes, que pudieron recuperar fuerzas en una comida reparador en un restaurante del pueblo.
Investigadores del ICP publican esta semana un artículo en la revista American Journal of Physical Anthropologydonde revisan la dieta de los pliopitécidos, un grupo extinto de primates originado en África y que se extendió por Europa durante el Mioceno y que se creía que se alimentaban principalmente de frutos blandos y hojas. A partir deel estudio de las marcas que el alimento deja en los dientes, los investigadores concluyen que todos los pliopitécidos alimentaban de frutos, incluyendo habitualmente en su dieta frutos duros, como nueces o fruta poco madura.
Los pliopitécidos son un grupo primitivo de catarrinos (también conocidos como los simios del Viejo Mundo) del Mioceno, que se originó antes de la divergencia entre los cercopitécidos (o monos del Viejo Mundo) y el grupo de los antropomorfos y los humanos, los hominoideos. Estos catarrinos basales se caracterizan por presentar sólo dos premolares, así como una morfología dentaria particular a las molares inferiores que presentan unas crestas del esmalte que constituyen el llamado triángulo pliopitecí.
Los pliopitécidos europeos se clasifican en dos grupos a partir de la morfología de sus dientes, que son los restos fósiles mayoritarios de que se dispone. Los crouzelinos presentan unas crestas más puntiagudas, unas cúspides más comprimidas, unos valles más grandes y unos molares más estrechos que los pliopitecinos, diferencias que tradicionalmente habían sido atribuidas a la dieta, que habría sido más rica en hojas en el caso de los crouzelinos. Estudios posteriores del microdesgaste y de las crestas cortantes de estos dientes, determinaron que todos los pliopitécidos alimentaban de frutos blandos, excepto el género Barberapithecus, que se habría alimentado casi exclusivamente de hojas.
Esta semana, un grupo de investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) encabezados por Daniel DeMiguel, publican un artículo en el American Journal of Physical Anthropology donde afirman que todos los pliopitécidos, incluido Barberapithecus, se alimentaban de frutos, incluyendo en su dieta algunos frutos duros, como podrían ser nueces o fruta poco madura. Los investigadores han llegado a esta conclusión a partir del análisis del microdesgaste observado en los dientes de las especies Pliopithecus canmatensis y Barberapithecus huerzeleri.Estas especies fueron descritas por primera vez en Cataluña el año 2010 y 2011, respectivamente.
El estudio también concluye que, si bien ambos grupos de pliopitécidos (pliopitecinos y crouzelinos) tenían una dieta basada en fruta, la tendencia a alimentarse de frutos más duros habría sido más acentuada en los pliopitecinos. Los datos obtenidos en las especies extintas se han comparado con las de primates actuales, como orangutanes, gorilas o chimpancés, de los que se conoce su dieta. El estudio revela que la dieta del orangután sería la más parecida a la de los pliopitécidos estudiados. A diferencia de los chimpancés, que se alimentan de hojas cuando no tienen frutos maduros en el alcance, los orangutanes prefieren alimentarse de nueces o de frutos más verdes y, por tanto, más duros.
El estudio del mircodesgaste dentario se ha demostrado como una herramienta muy potente para estudiar la dieta de especies extintas. Las abrasiones en el esmalte, como arañazos o pequeñas excavaciones, son una especie de registro de lo qué comió un determinado individuo durante su vida, ya que cada tipo de alimento deja una huella característica que se puede observar mediante microscopía electrónica.
Los pliopitécidos son un grupo exclusivamente euroasiático, aunque se originó a partir de ancestros africanos que todavía no se han podido determinar. De hecho, los pliopitécidos fueron los primeros catarrinos en dispersarse desde África hacia Eurasia durante el Mioceno inferior, hace unos 16 o 17 millones de años, donde experimentaron una radiación evolutiva en un continente hasta entonces vacío de otros simios.
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Myotragus balearicus, la cabra enana endémica de las Islas Baleares, se demuestra de nuevo como un organismo idóneo para validar teorías que relacionan el ciclo vital de las especies con los rasgos morfológicos. El artículo publicado hoy en PLOS ONE por investigadores del ICP demuestra que este bóvido extinto se ajusta a la regla de Schultz, una norma que relaciona el ritmo de crecimiento de una especie con el orden en el que se sustituye la dentición de leche y aparecen los molares que configuran su dentición definitiva.
La mayoría de mamíferos tienen dos denticiones: la dentición de leche o decidua, que aparece próxima al nacimiento, y la dentición permanente, que va sustituyendo la primera a partir del destete y que termina cuando se ha producido el recambio de todas las piezas dentarias y han aparecido los molares. En los mamíferos con ciclos vitales lentos(maduración sexual tardía, esperanza de vida larga, ritmo de crecimiento lento, etc.) los molares aparecen relativamente más tarde y la aparición de la dentición definitiva se adelanta, de modo que los dos procesos tienden a coincidir en el tiempo. Los humanos son un ejemplo extremo de esta lentitud, ya que el segundo molar no aparece hasta que todos los dientes de leche han sido sustituidos por la dentición definitiva. En cambio, en mamíferos con ritmos más rápidos en el ciclo vital, los molares aparecen primero y posteriormente se produce el recambio de los dientes de leche.
La relación entre el ritmo del ciclo vital y la secuencia en la aparición de los dientes se conoce como la regla de Schultz y explicaría como una adaptación funcional para minimizar el desgaste y el trabajo que deberían hacer los dientes de leche en las especies en el que el período de crecimiento es largo. La regla de Shultz ha confirmado en la mayoría de primates, aunque en algunos grupos como los lémures o los tarseros, la dentición anterior aparece independientemente del ritmo de su ciclo vital. Esta herramienta se puede aplicar a especies fósiles de modo que, a partir del estudio de la secuencia de aparición de los dientes definitivos y las molares, se puede inferir su ciclo vital.
El estudio que publica hoy la revista PLOS ONE y que firman los investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) Xavier Jordana, Nekane Marín-Moratalla, Blanca Moncunill-Solé y Meike Köhler, así como investigadores del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (CSIC-UIB), confirma que la regla de Schultz se cumple también en el caso de Myotragus balearicus, la cabra enana extinta endémica de las Islas Baleares. A diferencia de otros bóvidos, ésta es una especie de ciclo vital muy lento, una característica común a muchas especies que evolucionan en un contexto de insularidad con poco alimento disponible. Esta especie sobrevivió totalmente aislada en Mallorca y Menorca durante más de cinco millones de años, desde el Plioceno hasta el Holoceno y se extinguió hace unos 3.000 años.
L’estudi que publica avui la revista PLOS ONE i que signen els investigadors de l’Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) Xavier Jordana, Nekane Marín-Moratalla, Blanca Moncunill-Solé i Meike Köhler, així com investigadors de l’Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (CSIC-UIB), confirma que la regla de Schultz es compleix també en el cas de Myotragus balearicus, la cabra nana extinta endèmica de les Illes Balears. A diferència d’altres bòvids, aquesta és una espècie de cicle vital molt lent, una característica comú a moltes espècies que evolucionen en un context d’insularitat amb poc aliment disponible. Aquesta espècie va sobreviure totalment aïllada a Mallorca i Menorca durant més de cinc milions d’anys, des del Pliocè fins a l’Holocè i es va extingir fa uns 3.000 anys.
A partir del estudio mediante tomografía computarizada de varias mandíbulas de Myotragus balearicus, los investigadores han constatado que la secuencia en la que aparecen los dientes en esta especie es diferente a la de los bóvidos actuales, ya que tanto los incisivos definitivos como los premolares salían relativamente temprano. Este hecho indicaría que era una especie con un ciclo vital lento, lo que concuerda con otros estudios realizados anteriormente. Los investigadores han podido comparar el patrón de aparición de los dientes con Myotragus Koppers,un ancestro directo de M. balearicus del Pleistoceno tardío, que presenta el mismo modelo de sustitución que los bóvidos actuales. Esto supondría que el adelanto de la secuencia de erupción de los incisivos tuvo lugar durante la evolución de linaje de Myotragus en un periodo de 2.5 millones de años.
Los recursos alimenticios limitados y la falta de depredadores como consecuencia del aislamiento geográfico hace que las islas sean consideradas una especie de laboratorios naturales y el género fósil Myotragus ha confirmado como un modelo ideal para llevar a cabo estudios de evolución en éstos ambientes. Esta especie presenta una serie de adaptaciones particulares: al enanismo (pesaba sólo unos 25 kilos y tenía una altura a la cruz de unos 70 cm) y lahipsodoncia (el aumento de la altura de la corona dental) hay que sumarle una dentición inferior extremadamente modificada y que no se ha observado en ningún otro rumiante conocido. Los adultos presentaban un incisivo que crecía durante toda la vida del animal, un único premolar y tres molares a cada lado de la mandíbula.
Algunos autores habían apuntado anteriormente la posibilidad de que los incisivos que presentan los adultos deMyotragus fuesen, en realidad, dientes de leche en crecimiento continuo como las que presentan muchos roedores actuales, como las ardillas. Pese a que este hecho explicaría la emergencia temprana de estos dientes, el estudio de PLOS ONE demuestra que este incisivo se desarrollaría rápido precisamente como adaptación a este entorno insular con escasez crónica de recursos.
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El estudio del báculo o hueso peneano de cinco ejemplares del oso extinto Indarctos arctoides del yacimiento de Batallones-3 (Madrid) ha permitido deducir que esta especie mantenía cópulas largas y que probablemente las hembras se apareaban con varios machos en el periodo fértil. El estudio ha sido publicado hoy por Juan Abella, investigador del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont y del Museo de Ciencias Naturales-CSIC en la revista PLOS ONE.
El báculo (también llamado hueso peneano) es el hueso presente en el pene de algunos grupos de mamíferos,incluyendo insectívoros, roedores, carnívoros y primates (excepto los humanos). En el caso concreto de los carnívoros, está bastante desarrollado en los caniformes (perros, tejones u osos) mientras que en los feliformes (por ejemplo gatos y hienas) está reducido o incluso está ausente. Su morfología y tamaño es diferente en cada grupo, y en muchos casos,su función es hacer de soporte físico para mantener la erección y facilitar la cópula.
El investigador Juan Abella, del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y el Museo de Ciencias Naturales-CSIC, describe en un artículo publicado hoy en la revista PLOS ONE, 5 báculos de Indarctos arctoides, una especie de oso extinta hace unos 9 millones de años hallados en el Cerro de los Batallones, en la Cuenca de Madrid, una zona de cuevas o pseudo-cuevas que actuaron como trampas naturales y que presentan una gran cantidades de carnívoros fósiles. El báculo es un resto fósil que aparece muy raramente en las excavaciones, ya que se trata de un hueso alargado y delicado y que sólo está presente en la mitad de la población viva (los machos).
Los huesos descritos pertenecen a 4 individuos adultos y un subadulto. La longitud media del hueso de los individuos adultos es de unos 24 cm., mucho más largos que los de los osos actuales de tamaño similar, como el oso pardo. Son los primeros báculos de huesos fósiles que se encuentran (sin contar los del oso de las cavernas del pleistoceno, una especie mucho más reciente) y fueron excavados en varias campañas, durante los años 2008, 2010 y 2012..
Los investigadores han comparado el tamaño y la forma de estos báculos con el de algunas especies de mamíferos actuales para inferir algunos aspectos del comportamiento sexual y social de Indarctos arctoides. Los investigadores sugieren que esta especie mantenía cópulas largas y que el báculo actuaba como soporte físico durante la cópula, de modo que podía mantener la penetración y tener eyaculaciones más prolongadas. También es posible que tuvieran un sistema reproductor donde varios machos copulaban con una misma hembra.
Las cópulas largas se dan en especies donde los encuentros sexuales son poco frecuentes para asegurar el éxito de la fecundación. Esto ocurre con especies que presentan una baja densidad de individuos o cuando las poblaciones están muy fragmentadas y separadas geográficamente. En el caso de Indarctos arctoides, su distribución estaría muy restringida a los frondosos bosques de ribera y no podrían vivir en zonas abiertas, donde entrarían en competencia con los grandes tigres de dientes de sable y con los anficiónidos, unos carnívoros extintos con características exteriores tanto los cánidos como los osos.
En humanos y osos, el tamaño quizás si que importa
El hecho que el báculo de Indarctos arctoides sea considerablemente mayor que el de otras especies de oso de tamaño parecido hace suponer a los investigadores que es una característica seleccionada sexualmente, es decir que las hembras perferían aparearse con los machos con báculos más grandes. Esta característica se transmitiría a la descendencia de modo que el tamaño promedio del báculo de esta especie aumentaría a lo largo de la evolución.
Aunque algunos estudios afirman que la selección sexual también ha favorecido los penes grandes en los humanos, no se puede hacer una comparación directa entre el báculo de los osos con el tamaño del pene de los humanos. El pene de los hombres no tiene báculo (de los grandes simios, los gorilas y los chimpancés conservan un báculo pequeño y no es retráctil como el de los carnívoros) y la erección se logra por la irrigación de los cuerpos cavernosos sin la necesidad de un hueso para mantenerla.
Àngel Galobart, responsable del área de Mesozoico del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), ha participado en la elaboración de siete capítulos sobre ecosistemas extintos del Atlas dels Ecosistemes dels Països Catalans que presentó Enciclopèdia Catalana en el Institut d’Estudis Catalans el mes pasado.
La obra es un compendio de los conocimientos sobre los ecosistemas del ámbito geográfico que ya habían sido tratados en el volumen 14 de la Història Natural dels Països Catalans, hace casi veinte años. Es un volumen de gran formato que incluye 1.500 ilustraciones, gráficos y mapas, y en más de cien artículos se recogen todos los ecosistemas de los Países Catalanes clasificados en terrestres, marinos y de aguas continentales. También incorpora veinte artículos iniciales sobre los aspectos climatológicos, paleogeográficos y evolutivos que los han modelado.
Àngel Galobart (ICP), y los investigadores Oriol Oms y Enrique Vicens del Departamento de Geología de la UAB han sido los responsables de recrear 7 ecosistemas extintos para este atlas: el Paleozoico, el Triásico y Jurásico, el Cretácico, el Paleógeno, el Mioceno , el Plioceno y el Pleistoceno / Holoceno. En cada capítulo se hace mención de las características generales de los ecosistemas de cada período y también se ponen en relevancia los yacimientos, los fósiles y las estructuras geológicas que nos permiten conocer estos ecosistemas. Los artículos se estructuran mayoritariamente alrededor de una imagen panorámica que ilustra el aspecto del ecosistema descrito en el texto y algunas de las especies características que vivían.
En el capítulo correspondiente al Cretácico, por citar uno, se explica que los océanos cubrían un tercio de los continentes debido a un cambio climático y que la biodiversidad aumentó en este periodo. Los ecosistemas continentales se transformaron con el aparición y la expansión de las plantas con flor y en los ecosistemas marinos vivía una gran diversidad de bivalvos, cefalópodos y ictiosauros (reptiles predadores en forma de delfín). La diversidad de los dinosaurios aumentó, sobre todo la de herbívoros ornitópodos, anquilosaurios y ceratópsidos, algunos de ellos bien representados en el registro fósil catalán. Toda esta biodiversidad quedó truncada hace 66 millones de años debido al impacto de un gran meteorito en el actual México.
En el acto de presentación participaron Joandomènec Ros, presidente del IEC; Ramon Folch, director de la Història Natural dels Països Catalans; David Bueno, director científico del Atles, y Xavier Duran, periodista científico.
Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) describen en un artículo publicado en la revista Journal of Human Evolution nuevos restos dentales de dos hembras de la especie Anoiapithecus brevirostris. Uno de los fósiles tiene entre 12.3 y 12.2 millones de años de antigüedad, lo que lo convierte en la evidencia más antigua de una especie de hominoideo (el grupo de primates que incluye los gibones, orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos) en la península Ibérica.
En el año 2009, un equipo de investigadores del ICP dirigido por Salvador Moyà-Solà describió un nuevo género y especie de hominoideo a partir de los restos de un cráneo encontrados en el Vertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola (Barcelona). Bautizada como Anoiapithecus brevirostris, este fósil corresponde a un macho que vivió hace 11.9 millones de años. Su nombre en latín responde a la comarca donde fue encontrado (Anoia) y al hecho de presentar un morro corto, aunque popularmente se le conoce como Lluc. Este hallazgo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences USA, añadió una nueva especie de gran simio antropomorfo del Mioceno del Vallés-Penedés a la lista de las que ya conocidas: Pierolapithecus catalaunicus, Hispanopithecus crusafonti, Hispanopithecus laietanus y Dryopithecus fontani.
El investigador David M. Alba, conjuntamente con otros investigadores del ICP y otras instituciones, ha publicado en la revista Journal of Human Evolution un artículo donde se describen nuevos restos dentales de Anoiapithecus brevirostris del Vertedero de Can Mata. Se trata de dos fragmentos de maxilar superior que conservan varios dientes. Uno de ellos, recuperado durante el proceso de lavado del sedimento que se extrae durante las excavaciones, procede de la misma localidad que la cara de Lluc. El otro fue recolectado el año 2002 de otra localidad que, con una antigüedad de 12.3 y 12.2 millones de años, lo convierte en el resto fósil más antiguo de un hominoideo (el grupo de primates que incluye los gibones, orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos) de la Península Ibérica.
Los investigadores han evaluado el grosor del esmalte de los dientes mediante microtomografía de rayos-X, una técnica no invasiva que permite ver la estructura interna de los fósiles con gran detalle, así como la morfología del seno maxilar, una cavidad craneal muy informativa desde un punto de vista filogenético. También han estudiado el tamaño y forma de los dientes, y los han comparado con las del holotipo de Anoiapithecus (el fósil que sirvió para definir la especie en su momento) y de otras especies de hominoideos fósiles de la cuenca del Vallés-Penedés. Los análisis realizados han llevado a concluir que los fósiles estudiados pertenecen a la misma especie descrita en 2009.
Aunque la morfología y las proporciones de los restos estudiados permiten confirmar que corresponden a la especieAnoiapithecus brevirostris, los dientes son ligeramente más pequeñas que las ya conocidas. Esto es especialmente evidente en el caso de la raíz de la canina (colmillo), que es bastante más pequeña que en el holotipo. Estas diferencias son habituales entre machos y hembras de muchas especies de grandes antropomorfos actuales y otros homínidos fósiles (lo que se conoce como dimorfismo sexual), lo que ha llevado a los investigadores a inferir que los nuevos restos descritas corresponden a dos individuos de sexo femenino.
El hominoideo europeo más antiguo conocido corresponde a un fragmento de diente de hace unos 16-17 millones de años, encontrado en Alemania y tentativamente atribuido al género Griphopithecus. La presencia de hasta cuatro géneros diferentes de hominoideos fósiles en la cuenca del Vallés-Penedés, en un período de poco más de 3 millones de años (un tiempo muy breve en términos geológicos), supone una extraordinaria paleobiodiversidad de grandes simios antropomorfos en el Mediterráneo occidental durante el Mioceno.
Cataluña es el único lugar de la península Ibérica donde se han encontrado fósiles de simios antropomorfos, posiblemente debido a diferencias paleoambientales respecto al resto de Iberia. Aún así, los restos fósiles de hominoideos miocenos en los yacimientos catalanes son muy escasos comparadas con las de otros mamíferos por lo que a menudo es necesario excavar grandes volúmenes de sedimentos para recuperar alguno de ellos.
Los hominoideos del Vallés-Penedés, una mezcla sorprendente de rasgos primitivos y modernos
En conjunto, los hominoideos fósiles del Vallés-Penedés muestran una combinación única de caracteres modernos con caracteres primitivos, lo que supone que la evolución de los distintos linajes actuales de este grupo a menudo se ha producido en mosaico y en paralelo, pero a la vez dificulta en gran medida el hecho de descifrar las relaciones de parentesco de las formas extintas con los representantes actuales del grupo.
El esqueleto parcial de Pierolapithecus catalaunicus, conocido como Pau, muestra la primera evidencia inequívoca de ortógrada (tronco erecto) entre los homínidos fósiles conocidos en todo el mundo. Su cara presenta rasgos característicos que muestran su parentesco con los grandes simios antropomorfos actuales, pero a la vez el esqueleto de Pierolapithecus aún presenta características primitivas en el resto del cuerpo (por ejemplo, adaptaciones para el desplazamiento cuadrúpedo sobre las ramas).
Los restos faciales de Dryopithecus fontani muestran una morfología diferente, que en algunos aspectos recuerda la de los gorilas actuales. Además, Dryopithecus presenta un esmalte dental delgado, como el de los grandes simios africanos, aunque esto no necesariamente debe indicar un parentesco más estrecho con estos últimos. De hecho, otros restos del esqueleto muestran aún rasgos primitivos y más similares a otros grandes antropomorfos del Mioceno.
Hispanopithecus laietanus es el gran antropomorfo más antiguo que presenta adaptaciones para desplazarse suspendido bajo las ramas, como ha mostrado el estudio del esqueleto parcial conocido como Jordi, a pesar de conservar también algunas adaptaciones más primitivas al desplazamiento cuadrúpedo arbóreo.
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El lunes 23, la parada de Sant Jordi del ICP estará llena de libros de paleontología. De 10 a 12 de la mañana, Salvador Moyà, director del ICP y co-autor de dos de las obras a la venta, firmará libros en la parada delante del Museo. Además, el domingo 22 un taller infantil para los pequeños, que podrán hacer su propio libro de dinosaurios. Y el viernes día 27, la semana de Sant Jordi cierra en el ICP con la entrega de premios del concurso de cuentos "Historias Fósiles".
En Octubre de 2010 el Museo del ICP iniciaba una nueva etapa con una exposición interactiva y espacios renovados para la colección de fósiles, pero también estrenaba tienda. En esta, los libros han sido desde el primer día un elemento destacado. Y por Sant Jordi, el ICP saca su parada de libros la calle. De 10 a 12 de la mañana, Salvador Moyà firmarà libros en la parada del ICP situada delante del museo en Sabadell. Salvador Moyà es director del ICP y co-autor de dos de las obras a la venta: “Sapiens. El largo camino de los homínidos hacia la inteligencia” y “Myotragus: la economía energética en la evolución”. El ICP se une a esta fiesta popular con una buena selección de libros sobre paleontología.
Para ir abriendo boca, sin embargo, la celebración de Sant Jordi se pone en marcha en el Museo del ICP el domingo 22 de abril, con un taller infantil que propone a los niños crear su propio libro de dinosaurios. El ICP pone colores y papel, y también ayuda en las ilustraciones, pero las historias son las que los más pequeños inventen. Cada participante se llevará a casa su libro, para leerlo o para regalarlo.
Y para cerrar esta semana dedicada a la lectura paleontológica, el viernes día 27 se darán a conocer los ganadores del concurso de cuentos "Historias Fósiles". El concurso se convocó el pasado mes de octubre para celebrar el primer aniversario del nuevo Museo del ICP. Más de 100 personas-niños, jóvenes y adultos-han participado en esta primera edición. A las 6 de la tarde, en el Museo del ICP, el jurado hará público las obras escogidas. Los miembros del jurado del concurso de cuentos "Historias Fósiles" son: Juan Carlos Sánchez, concejal de cultura del Ayuntamiento de Sabadell; Marc Furió, investigador del ICP; y Aura Costa, periodista de Ràdio Sabadell y directora del Programa A Bona Hora. Desde septiembre de 2010, el ICP colabora todos los lunes con este programa de Ràdio Sabadell, en la sección el Viajero del Tiempo, dando a conocer la paleontología catalana y la investigación que se hace en el ICP a los miles de seguidores de esta emisora.
Todos los participantes del concurso que asistan a la entrega de premios, recibirán un obsequio para animarlos a seguir leyendo y creando historias fósiles. Los tres autores ganadores, uno por cada categoría, están invitados por el ICP en a una excursión para 4 personas para visitar alguno de los yacimientos paleontológicos más significativos de Cataluña.
Los libros más destacados
Entre los libros que podréis encontrar en la parada del museo destacan los editados por el ICP: el cuento "Fa olor a Dinosaure", el libro "Dinosaurios del Levante Peninsular" así como también la edición en inglés publicada hace pocos meses por Indiana University Press, o algunos libros más especializados para los amantes de la paleontología. Además, se podrá comprar en primicia en Cataluña el libro "Myotragus: la economía energética en la Evolución", recientemente publicado por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teurel - Dinópolis, y escrito por los investigadores del ICP Meike Köhler y Salvador Moyà. Finalmente, tendréis una nueva ocasión de comprar el ya clásico "Sapiens. El largo camino de los homínidos hacia la inteligencia" en el que el periodista Josep Corbella entrevista a los científicos Salvador Moyà, Robert Sala y Eudald Carbonell.
Evidentemente, tampoco faltarán todos aquellos libros de dinosaurios que entusiasman a los niños. ¡Os esperamos!
+ info La dirección del Museo del ICP en Sabadell és C/ de l’Escola Industrial, 23. Para saber más sobre las actividades en el museo e inscripciones, seguid este enlace
+ info L’adreça del Museu de l’ICP a Sabadell és C/ de l’Escola Industrial, 23. I per saber més sobre les activitats al museu i inscripcions, seguiu aquest enllaç
El Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont y Pastelerías ArtBo han iniciado una colaboración para dar a conocer la paleontología en un formato muy dulce. Por eso han convertido el titanosaurio que se expone en el Museo del ICP en una pieza de chocolate. La imagen del titanosaurio del Pirineo catalán, que vivió hace unos 70 millones de años en lo que ahora es la comarca del Pallars Jussà, en el norte de Cataluña, es obra del paleoilustrador Oscar Sanisidro.