
El estudio mediante nuevas herramientas de análisis tridimensional de un contenido estomacal fosilizado de hace unos 215 millones de años ha revelado que los huesos que se creía que pertenecían a un reptil volador del grupo de los pterosaurios eran, en realidad, de un pequeño reptil del grupo de los protorosaurios que habría sido comido posiblemente por un pez. La investigación está encabezada por investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y ha sido publicada en la revista PLOS ONE.