El Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), el Centre de Restauració i Interpretació Paleontològica (CRIP) y el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya han firmado hoy un convenio de colaboración para promover las intervenciones paleontológicas, la investigación y la difusión del patrimonio paleontológico de Els Hostalets de Pierola, un municipio que tiene algunos de los yacimientos del Mioceno más importantes del mundo.
L’Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), el Centre de Restauració i Interpretació Paleontològica (CRIP) i el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya han signat avui un conveni de col·laboració per promoure les intervencions paleontològiques, la recerca i la difusió del patrimoni paleontològic dels Hostalets de Pierola, un municipi que té alguns dels jaciments del Miocè més importants del món.
El 4 de diciembre de 2002 unas obras en el Abocador de Can Mata, en Els Hostalets de Pierola, hacían salir a la superficie un fósil cuyo nombre acabaría haciéndose famoso: Pau. Más de 10 años después de su hallazgo, elPierolapithecus catalaunicus (el nombre científico de Pau) ha aportado una valiosa información sobre el origen de la estructura corporal de los homínidos. Planteamos a Salvador Moyà, investigador ICREA y director del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont a 10 preguntas sobre Pau.
1. ¿Cuando empieza tu relación con Pau?
Hay que remontarse a principios de diciembre de 2002 y comienza pocos minutos después de que viera la luz, cuando me avisaron que había salido un fósil muy interesante y que parecía ser la cara de un primate. Fui corriendo para confirmarlo y para planear las tareas futuras que se tenían que hacer en el yacimiento para recuperar el material. Desde ese momento, he tenido un contacto muy estrecho con Pau, tanto durante el proceso de excavación (entre 2003 y 2004) como durante todo el estudio, que duró hasta finales de 2004 y que todavía continúa hoy día y continuará.
2. - ¿Quién es Pau?
Para definirlo en pocas palabras, podríamos decir que es el representante más antiguo conocido de la familiaHominidae (el grupo que incluye las formas vivientes como el hombre, el chimpancé, el gorila y el orangután) que muestra el diseño corporal moderno que caracteriza a los grandes simios y humanos. Podemos observar este diseño moderno en las características de su estructura ósea: un tórax ancho y estrecho entre hombro y pecho, los omóplatos situados en la espalda, una clavícula larga, las vértebras de la zona lumbar más acortadas y una disposición característica de la articulación entre el antebrazo y la muñeca. Pau muestra las características básicas de diseño corporal modernas que identifican a los miembros de nuestra familia y teniendo en cuenta que vivió hace unos 11.9 millones de años, fue descrito como la evidencia más antigua de este diseño corporal que dio origen a nuestro grupo.
3. - ¿Cómo fue el hallazgo?
En cierto modo fue un hallazgo fortuito. Había obras en el vertedero para arreglar un camino lateral y la máquina excavadora rascó unos niveles del que empezaron a salir unos cuantos huesos. La máquina se detuvo rápidamente y vimos que los huesos que salían eran directamente del Pau. ¡Llegar y besar el santo, que se dice!
4. - ¿Pierolapithecus o Pau?
"Pau" sería su nombre vulgar. Los paleontólogos damos un nombre común a los fósiles para hacerlos más accesibles a la gente, pero también somos los que les bautizamos científicamente. Pierolapithecus es un nombre que lo hemos creado nosotros y nos resulta tan común como "Pau", aunque pueda parecer extraño. También podemos decir que Pau sería un espécimen concreto y Pierolapithecus la especie a la que pertenece.
5. - ¿Qué sabemos gracias a Pau que no sabíamos antes?
Las evidencias más antiguas que se habían encontrado hasta ahora de este diseño moderno eran sólo hace 9 millones de años y corresponden a un Hispanopithecus laietanus ("Jordi" entre los amigos) que se encontró en Can Llobateres cuando el ICP aún era l’Institut de Paleontologia de Sabadell y no dependíamos del programa CERCA de la Generalitat de Cataluña. Pau nos permite bajar esta innovación evolutiva hasta los 12 millones de años, que coincide aproximadamente con la fecha que el reloj molecular sugiere para la aparición de los homínidos, hace entre 10 y 14 millones de años. Encontrar a Pau fue una alegría extraordinaria, porque nos sitúa en el origen del grupo, en el nudo donde empieza toda la historia de nuestra familia.
6. - ¿Qué nos cuenta la cara de Pau?
Nos explica muchas cosas. Para empezar, nos dice que Pau era un macho y por eso tiene estos caninos tan prominentes y grandes. El dimorfismo sexual en los simios es muy grande comparado con los de los humanos. Lo interesante de la cara de Pau es que muestra una combinación de caracteres muy primitivos que nos hablan más o menos de donde viene, cuáles son sus antepasados en África, en el Mioceno inferior, y también tiene lascaracterísticas modernas que identifican nuestra familia: unas órbitas completamente frontales y un hocico que no interrumpe el campo de visión de las dos ópticas como en los cercopitécidos. Es un gran simio moderno.
7. - ¿Si no tuviéramos a Pau, qué fósil podría representarlo mejor?
¡No hay ninguno! Los primates fósiles tienen un gran problema y es que, seguramente, el número de individuos dentro de una población era pequeña. Esto conlleva que la probabilidad de que algún resto se haya conservado sea mucho más baja que en el caso de los ciervos, antílopes o rinocerontes, por ejemplo, de los que es mucho más fácil encontrar restos fósiles. Estas especies que vivían en grandes grupos añadían muchos individuos muertos en el registro fósil y por tanto, la probabilidad de encontrarlos es mucho más elevada. Los primates son raros en el registro fósil y con suerte puedes encontrar algún diente, del que tampoco se puede sacar mucha información... Lo que nos interesa a los paleontólogos es encontrar un esqueleto parcial que preserve algunas partes clave del cuerpo que nos den suficiente información para saber ante qué tipo de animal nos encontramos. La gran suerte que tenemos es que el registro fósil catalán es extraordinario: los dos únicos esqueletos parcialmente completos que se conocen en el Mioceno medio y el Mioceno superior de toda Eurasia se han encontrado en Cataluña. En África nos tenemos que remontar a edades demasiado anteriores para encontrar el antepasado que conecta con los actuales grandes simios.
8. - ¿Si encontrásemos otro fósil de Pierolapithecus, como te gustaría que fuese?
¡Entero! El gran problema que tenemos con Pau es que murió joven. El desgaste de sus dientes nos cuenta que comió poco tiempo, no mucho tuvo tiempo para disfrutar de la vida en las selvas tropicales de Can Mata. No sabemos la causa de la muerte, pero sí que sabemos que algunos carnívoros carroñeros o lo mataron o se aprovecharon de sus restos cuando ya había muerto, dejando todos sus huesos largos completamente desmenuzados. No tenemos ni un fémur, ni una tibia, ni un húmero, ni un radio mínimamente decente... El fragmento más grande que tenemos de un hueso largo es apenas de unos pocos centímetros donde se observan los pinchazos de los dientes que han roto el hueso para comerse el tuétano de dentro. Si me pides que sueño encontrar: ¡un Pierola articulado con conexión anatómica!
9. - ¿Cómo podemos imaginar la vida de Pau?
Los simios tienen distintos tipos de estructuras sociales: los pequeños simios como los gibones viven en pareja, los orangutanes son mas solitarios, con un harén que van recorriendo de vez en cuando y los chimpancés viven en grupo. ¡Y los humanos somos hipergregarios! Nuestra familia ofrece posibilidades muy diversas. Es muy especulativo decir qué modelo se puede aproximar a como vivía en Pau, pero considerando que presenta algunas características que recuerdan a los orangutanes, tal vez se tratase de una especie con machos solitarios y un macho dominante.
10.-¿Qué ha representado Pau para ti?
Para mí ha sido una de los descubrimientos científicos en los que ha estado involucrado más importantes de mi vida. Tener la oportunidad de trabajar con unos restos fósiles de hace 12 millones de años y que están en el inicio de la aparición de nuestra familia es un privilegio que muy poca gente tiene. Fue una oportunidad extraordinaria y siempre me he sentido muy afortunado. Yo y mi equipo siempre hemos tenido mucha suerte a la hora de encontrar restos de una cierta trascendencia. Un amigo paleontólogo una vez me dijo una frase que me quedó grabada: "Salvador, yo no lo entiendo, pero cuanto más trabajo, más suerte tengo". Disponer de un registro fósil extraordinario ayuda mucho, pero los años de trabajo que hay detrás y tener un equipo de gente valiosa y entusiasta hace que realmente podamos disfrutar de hallazgos como éste y de las publicaciones que surgen. En investigación el trabajo es del equipo, en este caso del equipo del ICP.
+ info:
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Dos dientes de hace unos 12 millones de años encontrados en el yacimiento de La Grive Saint-Alban (Francia) fueron atribuidos durante el siglo XX a Dryopithecus fontani que, durante décadas, fue la única especie de primate hominoideo del Mioceno presente en Europa. El descubrimiento reciente de nuevas especies en Cataluña puso en duda esta asignación que ahora han confirmado investigadores del ICP en un artículo publicado en la revistaAmerican Journal of Pshysical Anthropology.
En este artículo los investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), Miriam Pérez de los Ríos, David M. Alba y Salvador Moyà-Solà, han vuelto a describir los dientes de La Grive y han analizado críticamente su atribución a D. fontani a la luz de nuevos hallazgos de fósiles realizados en los últimos años en Cataluña y en el resto de Europa.
Los dientes de La Grive son un molar descrito por primera vez en 1911 y un incisivo que fue encontrado en las colecciones del Museo de Historia Natural de Basilea (Suiza) en 1986 y se estima que tienen entre 11 y 12 millones de años. Su asignación al género Dryopithecus fontani se hizo de acuerdo con la presente antigüedad y en un contexto en que ésta era la única especie de hominoideo fósil que había encontrado y definido en Europa.
Hasta 2009 los únicos restos que se conocían de la especie D. fontani habían sido encontradas en Francia y Austria, año en que investigadores del ICP encontraron una parte de la cara y la dentición de esta misma especie en el Vertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola. Este hallazgo se sumaba a la de otros hominoideos comoPierolapithecus catalaunicus (el espécimen conocido popularmente como Pau encontrado en 2002) o Hispanopithecus laietanus (el representante más conocido del cual recibe el nombre de Jordi).
La insospechada diversidad de hominoideos del Mioceno y un cierto parecido entre el diente incisivo de La Grive y el dePierolapithecus cuestionó la asignación más o menos automática a Dryopithecus que se había hecho de estos dientes durante el siglo XX. En el artículo publicado en American Journal of Pshysical Anthropology los investigadores han medido diversos parámetros de los dientes de La Grive y los han comparado con las distintas especies de primates fósiles encontrados en la Cuenca del Vallès-Penedès estas últimas décadas, así como con restos de otros yacimientos, tanto europeos como africanos.
Con los resultados obtenidos, los investigadores han concluido que la atribución original de los dientes de La Grive aDryopithecus es la hipótesis más probable y se descartan otras posibilidades como que Pierolapithecus también existiese en Francia o incluso, como habían apuntado otros investigadores, que Pierolapithecus y Dryopithecus fueran la misma especie.
El pasado 6 de julio, un grupo de 30 personas entre los que había voluntarios, amigos y personal del ICP, así como personas inscritas en el curso "Gairebé humans" de la Institució Catalana d’Història Natural, participó de la salida organizada por el Institut a Els Hostalets de Pierola para recorrer algunos de los yacimientos cercanos al Barranco de Can Vila. El conservador del ICP, Jordi Galindo, condujo las explicaciones sobre la geología de la cuenca del Vallés-Penedés y sobre la historia de estos yacimientos, que se estudian desde hace casi 100 años.
Unas 30 personas participaron en el paseo organizado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont a los yacimientos clásicos del entorno de la Riera de Claret, en Els Hostalets de Pierola. El grupo estaba integrado por voluntarios del museo, personal del Institut, algunos de los ganadores del concurso literario "Historias fósiles" y participantes del curso de la Institució Catalana d’Historia Natural "Gairebé humans", que tenían pendiente la salida que tuva que ser aplazada por el mal tiempo en el mes de junio.
El paseo comenzó en el cementerio de Els Hostalets de Pierola con las explicaciones del conservador del ICP JordiGalindo sobre la geología de la cuenca del Vallés-Penedés, un área de más de 100 kilómetros de longitud y con una anchura de entre 12 y 14 kilómetros que ha proporcionado fósiles de gran significación desde comienzos del siglo XX. Durante el Mioceno (hace entre 23 y 5 millones de años) esta cuenca se fue llenando mayoritariamente por sedimentos aportados por abanicos aluviales con intercalaciones de sedimentos marinos como consecuencia de una elevación del nivel del mar hace entre 17 y 15 millones de años a causa de un incremento brusco de las temperaturas. Son estossedimentos aportados por los abanicos aluviales los responsables del entierro y posterior fosilización de los restos de vertebrados de los yacimientos de Els Hostalets de Pierola.
El grupo siguió el camino que desciende suavemente dirección sureste hacia la Riera de Claret. Desde diversos puntos del recorrido se puede observar el Vertedero Controlado de Can Mata. Aunque el trabajo de excavadoras y bulldozers del Vertedero de Can Mata podría parecer un peligro para el registro fósil, el trabajo realizado desde el ICP para instaurar medidas correctoras en la declaración de impacto ambiental de esta infraestructura, ha resultado muy beneficiosa para la investigación científica. Sin ir más lejos, la intervención preventiva y de control sobre unas obras de ampliación del vertedero que se hicieron en el año 2002 permitió localizar los restos de una nueva especie de primate, Pierolapithecus catalaunicus, Pau, hace 12 millones de años.
El entorno en el que vivió este primate hominoideo era bastante diferente del que observaron los participantes en la excursión, un paisaje principalmente dominado por pinos y cultivos. La montaña de Montserrat no tenía el aspecto actual, probablemente era más alta y apenas empezaban a aflorar los relieves que la caracterizan. La vegetación era la que correspondería a una selva subtropical y por ella paseaban elefantes con largos colmillos, grandes rinocerontes, jabalíes , reptiles y tortugas.
Antes de llegar a la riera de Claret, los participantes pudieron observar los restos fósiles de una tortuga gigante al lado del camino. Las tortugas gigantes encontradas en Can Mata pertenecen al género Cheirogaster y son endémicas de la región Mediterránea. En este caso, no se observaba la cáscara entera, sino una sección transversal de la misma, ya que la erosión había hecho desaparecer el resto. Durante el Mioceno, este grupo de tortugas lograron tamaños particularmente grandes en el Antiguo Continente.
Ya en la Riera de Claret, los participantes de la excursión se dedicaron a observar fósiles, tal como lo habían hecho ilustres paleontólogos catalanes durante buena parte del siglo XX. El potencial fosilífero del área de Els Hostalets fue descubierto por Mario Guerín, que durante la década de los años 20 recolectó el que sería el primer resto de un primate fósil de la cuenca del Vallés-Penedés. Miquel Crusafont y Josep Fernández de Villalta prospectaron intensivamente la zona durante los años 40, recogiendo nuevo material. En la década de los 70, ya creado el Instituto de Paleontología de Sabadell, paleontólogos como Jordi Agustí, Josep Gibert o Salvador Moyà, actual director del ICP, siguieron trabajando y publicando nuevos hallazgos.
La vuelta hasta el cementerio hacia media de bajo un sol de justicia puso a prueba la resistencia de los participantes, que pudieron recuperar fuerzas en una comida reparador en un restaurante del pueblo.