Investigadores del ICP documentan los primeros restos del bóvido mioceno Tethytragus en el yacimiento Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona) en la Cuenca del Vallès-Penedès. Este hallazgo refuerza la hipótesis de un intercambio de faunas entre las cuencas centrales de la Península Ibérica y la Cuenca del Vallès-Penedés a través del área de Calatayud-Daroca (Zaragoza). El trabajo se acaba de publicar en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.
Las excavaciones que se llevan realizando durante más de 10 años en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona) han dado como resultado más de 200 localidades de vertebrados fósiles del Mioceno medio, de hace entre 12,5 y 11,5 millones de años. Entre los descubrimientos paleontológicos en esta zona del Vallès-Penedès destacan algunos de los homínidos fósiles más antiguos de Europa, pero se cuentan ya por decenas las especies de mamíferos y de otros grupos que se han identificado. En este trabajo liderado por el investigador del ICP Daniel DeMiguel se difunde el hallazgo de los restos fósiles de Tethytragus, una especie de bóvido que hasta ahora era desconocida en la Cuenca del Vallès-Penedès.
Tethytragus es un bóvido del Mioceno medio descrito en 1994 por los paleontólogos Beatriz Azanza y Jorge Morales a partir de los restos fósiles encontrados en Arroyo de Val-Barranca (Zaragoza) y en otros yacimientos de la Cuenca de Calatayud-Daroca. Posteriormente se ha encontrado también en yacimientos de la Cuenca de Madrid y, fuera de la península, se conocen también restos de este bóvido en Turquía, Francia y Alemania. El hallazgo de la mandíbula deTethytragus encontrada en la Cuenca del Vallès-Penedès amplia la distribución geográfica de este género, aporta nuevos datos sobre su sistemática, y permite desarrollar algunas hipótesis sobre sus migraciones por Europa.
La presencia de Tethytragus en la Cuenca del Vallès-Penedès puede explicarse a partir de dos posibles migraciones, tal y como se detalla en el artículo publicado en el último número de la revista Journal of Vertebrate Paleontology. Por un lado, este bóvido podría haber llegado a esta cuenca desde Francia, para extenderse después por las cuencas interiores de la Península Ibérica.
Sin embargo, Tethytragus podría también haber llegado al Vallès-Penedès desde el interior de la Península, más concretamente a través de la cuenca vecina Calatayud-Daroca. Este segundo escenario se ve favorecido por estudios recientes que muestran que la zona de Daroca sufrió un cambio climático local hace unos 12 millones de años que incrementó la humedad, así como la vegetación arbórea, haciéndola más similar (homogéneización ambiental) a la del Vallès-Penedès, y favoreciendo por tanto el intercambio de faunas entre ambas cuencas. En trabajos anteriores ya se había documentado la migración de algunas especies de cricétidos y úrsidos desde el Vallès-Penedès a la cuenca Calatayud-Daroca. Tethytragus podría ser por tanto la primera prueba de las migraciones en el otro sentido.
Los restos de Tethytragus en el Abocador de Can Mata
Los restos fósiles de Tethytragus recuperados en el Abocador de Can Mata comprenden una hemibandíbula con toda la serie dental completa –que incluye incluso incisivos.
Gracias a una detallada observación de los dientes de esta hemimandíbula, la pieza ha sido asignada a Tethytragus,siendo además los dientes muy similares a los de la especie T. langai, encontrada en el resto de España.
Si observamos la figura anterior, la hemimandíbula muestra unos premolares alargados y estrechos, y unos molares de muralla lingual plana y de corona bastante alta (mesodontos). Otros rasgos característicos de Tethytragus són que las cúspides linguales de sus tres molares inferiores están alineadas y que carecen de algunas estructuras como el ectostílido y el metastílido.
Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) en colaboración con investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Valencia (UV) publican esta semana en la prestigiosa revista PLOS ONE un trabajo que describe un nuevo género de úrsido, Kretzoiarctos, que sitúa el origen del linaje del panda gigante en España hace entre 11 y 12 millones de años.
El panda gigante Ailuropoda melanoleuca, que actualmente sólo habita en China, habría evolucionado a partir de formas más basales, de las cuales los restos más antiguos se han encontrado en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona) y Nombrevilla (Daroca, Zaragoza).
La filogenia del panda gigante, los típicos osos blancos y negros que devoran el bambú en algunas cordilleras del centro de China, ha sido objeto de debate entre biólogos y paleontólogos desde hace décadas. Gracias a los datos moleculares actualmente sabemos que es un úrsido, un taxón hermano de los osos actuales. Pero cuáles son y dónde están sus orígenes son preguntas científicas aún sin respuesta.
Hasta hace poco, los restos fósiles del Mioceno superior chino, hace entre 7 y 8 millones de años, eran los restos más antiguos de los Ailuropodinae, el grupo que incluye a los pandas actuales y las formas extintas conocidas de los panda gigantes. En los últimos años se han publicado trabajos presentando restos fósiles más antiguos de este grupo hallados en Europa, pero el registro era pobre y no permitía sacar demasiadas conclusiones. En el trabajo que acaba de publicar la revista PLOS ONE, encabezado por Juan Abella del MNCN y que cuenta con la participación de cuatro investigadores del ICP, se documentan nuevos restos de panda gigante encontradas en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona), que complementan los hallados en el yacimiento de Nombrevilla 2 (Daroca, Zaragoza), y que permiten describir el género basal más antiguo de panda gigante. Kertzoiarctos es el nombre que ha recibido este nuevo panda gigante extinto, en memoria del paleontólogo griego Miklós Kretzoi, quien lideró durante muchos años las excavaciones de los famosos yacimientos de Rudabánya (Hungría).
Los restos encontrados en Zaragoza habían sido asociadas inicialmente al género Agriarctos, y habían permitido crear una nueva especie, Agriarctos Beatrix, similar a otros restos del Mioceno superior encontrados en Hatvan, Hungría. Entre estos restos, sin embargo, no había dentición inferior, lo que dificultaba la comparación con la especie tipo del género, Agriactos gaali. Pero una nueva mandíbula de la misma especie, encontrada ahora en el Abocador de Can Mata, ha permitido comparar los restos españoles con los húngaros y ha mostrado que las diferencias son suficientemente significativas como para describir un nuevo género extinto de panda gigante.
Con los restos encontrados hasta ahora, el linaje del panda gigante tendría sus orígenes en la Península Ibérica, extendiéndose durante el Mioceno medio por Eurasia. Durante el Plio-Pleistoceno la distribución de este grupo se habría reducido solo a China y el sudeste asiático. Según los métodos genéticos, los ailuropodins se habrían separado de las otras subfamilias de osos actuales durante el Mioceno inferior, hace unos 20 millones de años.
Un día como hoy, hace ahora 10 años, se descubrieron los primeros restos del primate fósil Pierolapithecus catalaunicus en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona). El día siguiente se recupero el cráneo y otros restos, que sumaron hasta 84 una vez terminadas las excavaciones meses después. Desde aquel 4 de diciembre de 2002 han pasado muchas cosas en el mundo de la investigación y, todo ello, consolida aPierolapithecus como el homínido fósil clave para entender el origen de la anatomía moderna de los grandes antropomorfos y los humanos.
Pau, como se denomina popularmente al espécimen fósil Pierolapithecus, se dio a conocer al mundo un 19 de noviembre de 2004, cuando se publicaba en la revista Science su hallazgo y descripción. Este es sólo el primero de una decena de artículos publicados, hasta ahora, en las mejores revistas científicas internacionales como los Proceedings of the National Academy of Sciences, los Proceedings of the Royal Society B, el Journal of Human Evolution o el American Journal of Physical Anthropology. Si a estos añadimos las publicaciones en revistas de menor impacto, los artículos de divulgación y los artículos en prensa, son centenares las publicaciones que han recogido el hallazgo de Pau y los resultados de investigación en los últimos 10 años.
La singularidad y la importancia de Pierolapithecus las completan el hallazgo de otras cuatro especies de homínidos fósiles en el Vallès-Penedès, lo que convierte a Cataluña en el lugar con un mejor registro de homínidos fósiles del Mioceno, hace entre 13 y 9 millones de años, cuando se produce el origen de la familia Hominidae .
Este mes de diciembre, la revista Investigación y Ciencia publica un artículo de los investigadores del ICP David M. Alba y Salvador Moyà-Solà en el que repasan estos 10 años de investigación paleontológica.
Desde el ICP os invitamos a celebrar esta efeméride científica en nuestro Museo, en Sabadell, donde desde septiembre se puede visitar la exposición "Casi Humanos: Origen y evolución de los hominoideos". Además, los días 4, 12 y 14 de diciembre de 2004, de 5 a 7 de la tarde se pueden ver los restos fósiles de Pau en la colección del ICP. ¡No os lo perdáis!
+ info Fossils Found in Spain Seen as Last Link to Great Apes. New York Times, 19 de noviembre de 2004.
+ Info Pau, el bisabuelo de la humanidad y Un día en la vida de Pau. La Vanguardia, 19 de noviembre de 2004.
Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) publican hoy en el Journal of Systematic Palaeontology el hallazgo de nuevos restos del barbourofélido Albanosmilus jourdani. Un cráneo completo, una calota y algunas mandíbulas de yacimientos de Els Hostalets de Pierola y de Terrassa, junto con los restos fósiles que ya se conocían en el Vallès-Penedès, permiten confirmar que esta especie corresponde al géneroAlbanosmilus, y no al género Sansanosmilus como se pensaba hasta ahora. El estudio, que lleva a cabo un análisis de gran parte de los barbourofélidos conocidos, muestra también que el género Barbourofelis se habría originado en Norteamérica durante el Mioceno medio, después de la dispersión de Albanosmilus por este continente desde Eurasia.
Los barbourofélidos son unos carnívoros extintos, también conocidos como falsos dientes de sable, emparentados más o menos lejanamente con los félidos actuales. Se conocen diferentes restos fósiles en África, Eurasia y América del Norte. En el caso del Vallés-Penedés, en Cataluña, los restos más antiguos de Albanosmilus son de hace unos 12 millones de años y se han encontrado en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Anoia). Los restos más modernos, en cambio, se han encontrado en Can Llobateres (Sabadell, Vallès Occidental) y datan de hace unos 9.5 millones de años.
La presencia de Albanosmilus el Vallès-Penedès se conoce desde los años 40 del siglo pasado, pero no ha sido hasta ahora que se han recuperado y descrito algunos de los restos fósiles más interesantes, como son un cráneo completo y una calota encontrados en el Abocador de Can Mata. En su conjunto, sin embargo, el trabajo que publican los investigadores del ICP en el Journal of Systematic Palaeontology recoge los casi 60 restos fósiles de Albanosmilusrecuperados en distintos yacimientos catalanes.
A pesar de que los orígenes no son absolutamente claros, el registro fósil parece indicar que esta familia de carnívoros se originó en el Mioceno inferior en África, hace unos 20 millones de años, para luego dispersarse por Eurasia a finales del Mioceno inferior, diversificándose durante el Mioceno medio y superior, y dispersándose también hacia Norteamérica.
Hasta ahora, los estudios taxonómicos habían mostrado la existencia de varios géneros de barbourofélidos:Gringsburgsmilus, Syrtosmilus, Afrosmilus, Prosansanosmilus y Vampyrictis serían las formas más primitivas, presentes en África y Europa, mientras que Sansanosmilus y Albanosmilus de Eurasia y posiblemente Norte América, yBarbourofelis sólo de Norte América, corresponderían a las formas más derivadas. Antes de este estudio, Albanosmilusse consideraba un sinónimo de Sansanosmilus, y la especie en cuestión se llamaba Sansanosmilus jourdani. Gracias al estudio del rico registro del Vallès-Penedès, completado por los restos encontrados en otras partes del mundo, el equipo de investigadores del ICP liderado por Josep Robles y David M. Alba muestran que la especie estudiada es ya más derivada que Sansanosmilus palmidens, y que por tanto se debe clasificar en un género diferente, Albanosmilus.
El hecho de que la especie norteamericana más primitiva sea muy parecida a Albanosmilus jourdani, que presenta una morfología intermedia entre Sansanosmilus y Barbourofelis, sugiere que los barbourofélidos norteamericanos se originaron a partir de la dispersión de Albanosmilus hacia América del Norte alrededor del límite entre el Mioceno medio y superior. En Eurasia, los barbourofélidos se extinguieron a principios del Mioceno superior, poco después de la entrada de los verdaderos dientes de sables (félidos macairodontinos). En cambio, en América del Norte originaron varias especies más derivadas de Barbourofelis, entre las que destaca B. fricki, con unos impresionantes caninos en forma de daga de más de 20 centímetros de largo!
+ Info Robles, JM, Alba, DM, Fortuny, J., De Esteban-Trivigno, S., Rotgers, C., Balaguer, J., Carmona, R., Galindo, J., Almécija, S., Bertó, JV, Moyà-Solà, S. (2013). New craniodental remains of the barbourofelid Albanosmilus jourdani(Filhol, 1883) from the Miocene of the Vallès-Penedès Basin (NE Iberian Peninsula) and the Phylogeny of the Barbourofelini. Journal of Systematic Palaeontology. http://dx.doi.org/10.1080/14772019.2012.724090
Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Missouri y del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont describen la pelvis de Pau (Pierolapithecus catalaunicus) encontrada en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola) en 2003 , en un artículo publicado en línea en la revista Journal of Human Evolution. Más de 8 años después de la publicación en la revista Science del hallazgo de Pau, sus fósiles aún son objeto de estudio y dan lugar a nuevas publicaciones científicas.
El estudio de la pelvis aporta una valiosa información sobre la forma de desplazarse de los primates, pero son pocas las que se han recuperado del registro fósil de los hominoideos del Mioceno. Hasta ahora, apenas se habían descrito dos pelvis, que pertenecían a Proconsul nyanzae, un primate de la familia proconsúlidos que vivió en África hace unos 18 millones de años, y a Oreopithecus bambolii, un hominoideo hace unos 8 millones de años.
En el artículo publicado en línea en la revista Journal of Human Evolution y que firman la investigadora Ashley Hammond de la Universidad de Missouri y los investigadores David M. Alba, Sergio Almcécija y Salvador Moyà-Solà,del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, se describe la pelvis de Pierolapithecus catalaunicus(popularmente conocido como Pau), un hominoideo que vivió hace unos 12 millones de años en la zona del Vallés-Penedés. Del esqueleto de Pau se recuperaron 83 huesos o fragmentos de hueso, dos de los cuales corresponden a la pelvis y han sido analizados en detalle en este artículo.
La pelvis de Pau está compuesta por un fragmento del ilion (el hueso de la parte superior de la pelvis) y otro del isquion (en la parte baja y trasera del coxal). Pese a que el fragmento del isquion del que se dispone es muy pequeño, su forma se parece a la que presenta Proconsul nyanzae, lo que sugiere una forma más bien primitiva. Otros estudios del esqueleto postcraneal han corroborado que Pierolapithecus catalaunicus presentaba aún adaptaciones primitivas para el desplazamiento cuadrúpedo por encima de las ramas.
El ilion de Pau, en cambio, presenta algunas diferencias respecto a la forma que se observa en Proconsul nyanzae. Una parte del éste (la llamada ala ilíaca) es más ancha que en la mayoría de monos y que en P. nyanzae. Al mismo tiempo, otra parte del ilion (la tuberosidad ilíaca) se estima que tenía una anchura intermedia entre la que se observa en los hominoideos extintos y los monos, lo que refuerza la hipótesis de que Pau se podía desplazar en una postura ortógrada ( con el tronco erecto) que le permitía trepar verticalmente.
El estudio también sugiere que algunas características morfológicas de la pelvis compartidas por los homínidos actuales (los humanos y sus parientes cercanos, orangutanes, chimpancés y gorilas) habrían evolucionado independientemente en paralelo en vez de haberse heredado a partir de un ancestro común.
+ info: Hammond, A.S., Alba, D.M., Almécija, S. & Moyà-Solà, S. (Published on line). Middle Miocene Pierolapithecus provides a first glimpse into early hominid pelvic morphology. Journal of Human Evolution.http://dx.doi.org/10.1016/j.jhevol.2013.03.002
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Dos dientes de hace unos 12 millones de años encontrados en el yacimiento de La Grive Saint-Alban (Francia) fueron atribuidos durante el siglo XX a Dryopithecus fontani que, durante décadas, fue la única especie de primate hominoideo del Mioceno presente en Europa. El descubrimiento reciente de nuevas especies en Cataluña puso en duda esta asignación que ahora han confirmado investigadores del ICP en un artículo publicado en la revistaAmerican Journal of Pshysical Anthropology.
En este artículo los investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), Miriam Pérez de los Ríos, David M. Alba y Salvador Moyà-Solà, han vuelto a describir los dientes de La Grive y han analizado críticamente su atribución a D. fontani a la luz de nuevos hallazgos de fósiles realizados en los últimos años en Cataluña y en el resto de Europa.
Los dientes de La Grive son un molar descrito por primera vez en 1911 y un incisivo que fue encontrado en las colecciones del Museo de Historia Natural de Basilea (Suiza) en 1986 y se estima que tienen entre 11 y 12 millones de años. Su asignación al género Dryopithecus fontani se hizo de acuerdo con la presente antigüedad y en un contexto en que ésta era la única especie de hominoideo fósil que había encontrado y definido en Europa.
Hasta 2009 los únicos restos que se conocían de la especie D. fontani habían sido encontradas en Francia y Austria, año en que investigadores del ICP encontraron una parte de la cara y la dentición de esta misma especie en el Vertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola. Este hallazgo se sumaba a la de otros hominoideos comoPierolapithecus catalaunicus (el espécimen conocido popularmente como Pau encontrado en 2002) o Hispanopithecus laietanus (el representante más conocido del cual recibe el nombre de Jordi).
La insospechada diversidad de hominoideos del Mioceno y un cierto parecido entre el diente incisivo de La Grive y el dePierolapithecus cuestionó la asignación más o menos automática a Dryopithecus que se había hecho de estos dientes durante el siglo XX. En el artículo publicado en American Journal of Pshysical Anthropology los investigadores han medido diversos parámetros de los dientes de La Grive y los han comparado con las distintas especies de primates fósiles encontrados en la Cuenca del Vallès-Penedès estas últimas décadas, así como con restos de otros yacimientos, tanto europeos como africanos.
Con los resultados obtenidos, los investigadores han concluido que la atribución original de los dientes de La Grive aDryopithecus es la hipótesis más probable y se descartan otras posibilidades como que Pierolapithecus también existiese en Francia o incluso, como habían apuntado otros investigadores, que Pierolapithecus y Dryopithecus fueran la misma especie.